El hombre que permite esto, ten por seguro que no te ama.
|1-Cuando dices “contigo ya no necesito nada más” y encima te crees esta frase, es cuando puedes caer en dicho apego, y dicha sumisión, sacrificándote como si de una culto religioso enfermizo se tratara. Esto te lleva a la no autorealización. Te puede llevar a creer que tu felicidad depende de otra persona y eso al mismo tiempo te hace dependiente e incompleto. Es decir creas un amor de complemento, como si a ti, tu pareja, te complementara. Cómo bien se dice “amor de protesis” y eso, creo que, francamente no está nada bien.
Primero, no está bien porque te dejas la esencia y persona bajo el consuelo afectivo que alguien te genera a cualquier precio, sin valor personal, sin autoestima y sin dignidad. Y segundo porque si estás con persona que dice amarte y dicha persona consciente esto, es que no te ama tanto como te dice o crees ciegamente. Si sufres y lo permite, no te ama.
2-El amor de verdad es semejante, equilibrado, tú das y recibes. No es para nada incondicional. Cuando hablamos de amor de pareja, no hablamos de amor universal, o humanitario, o de una amor de madre a hijo que sí puedes ser incondicional. Pero tú no eres la madre de tu pareja ni un místico con fines benéficos capaz de entregar tu vida a la pobreza o las injusticias de la sociedad. No eres “Vicens Ferrer”
El amor debe ser parejito y bonito. Das amor, recibes amor y cariño. Das fidelidad y recibes fidelidad. Das comprensión y recibes escucha etc. Das “9” recibes “8”. No “0” o un miserable “2”. Debe haber justicia e igualdad.
3-Tú lo puede sentir si estás viviendo esto, y para nada debes permitir semejante barbaridad. Mejor sal corriendo, vive el luto de dicho amor y saldrás con la victoria. Debes ser merecido y merecer para ser feliz en el amor, así que si permites lo contrario no serás feliz. Es muy difícil, tarde o temprano te hartarás de estar así y caerás en una tristeza y frustración constante, porque no ser amado es un desastre. La indiferencia puede matar a alguien.
Busca tu propia realidad. Esa realidad que sabes que será bonita para ti.
Aunque duela dar el paso, será peor estar como estás y tarde o temprano agradecerás haber tomado la decisión de haberte alejado de la indiferencia y de la indignidad que un supuesto amor afectivo te ha dado.